Mi cliente no me paga, ¿qué hago?
- Úrsula B. Majada. Experta en Contratos de negocios
- 4 may 2016
- 3 Min. de lectura

Esta situación la experimenté hace unos cuantos años cuando tenía poco tiempo en el ramo inmobiliario. Aquella vez, tanto el cliente como la inmobiliaria Professo, Coyoacán y su gerente Julio Díaz, alegaron que fue mi desinterés lo que ocasionó el que no nos pagaran la comisión acordada, y ahora, ha vuelto a repetirse una situación similar. Estoy convencido de iniciar un proceso legal contra el cliente que no pagó la comisión estipulada, pero mientras está todo listo, seguiré estos consejos que encontré en la Red, para tratar de llegar a un arreglo.
David Hernández. Asesor Profesional Inmobiliario
Mi cliente no me paga, ¿qué hago?
El viernes pasado recibimos el último ingreso de un (ex)cliente que llegó a debernos bastante dinero, suficiente como para querer cobrarlo.
La razón por la que no había pagado por la vía amistosa, y tuvimos que acudir a la judicial, no es que el trabajo no estuviese hecho, que sí lo estaba, y bien: es que simplemente no quería pagar, igual que no paga a muchos de sus proveedores y colaboradores.
Fue a toro pasado cuando nos dimos cuenta de que se auto-financia aprovechando benevolencia y resignación de personas de su confianza, que tienden a “pasar página” para no perder la relación.
Y aunque lo primero que habría que comentar podría ser que conviene deshacerse de relaciones de ese tipo, sin importar cómo terminan, vamos a centrarnos en lo de cobrar la factura (en España).
En las sociedades en las que prima la cultura de “más vale pedir perdón que permiso” y “hay que esperar a que te reclamen para pagar”, hay empresarios que llevan esos principios tan al extremo que terminan creyéndose que todos los mares son suyos (y en ellos, tarde o temprano, ahogándose).
Sirva de guía el siguiente esquema para conseguir que tu cliente te pague (cuando entregas o haces el trabajo según lo acordado):
1º Haz que todo esté por escrito, desde el principio, en contratos, cartas, actas, correos electrónicos, etc.
Si la relación es larga y nunca te has preocupado por el papeleo, empieza ahora. Y conserva todo lo escrito ordenado y gestionado como si tuvieras que presentarlo en juicio al día siguiente.
2º Consigue información, sobre activos que tiene y activos que vende, sobre sus clientes, otras sociedades de las que participa, otros proveedores, etc.
3º Mándale reclamos amistosos, por correo electrónico, con copia a otras personas (a ser posible de su misma empresa y de la tuya).
4º Envíale el reclamo vía burofax, si sigue sin pagarte y tiene mala pinta, e incluyendo ya la factura, y concédele un plazo razonable para que pague (por ejemplo, 2 semanas). En el burofax incluye referencia a la cantidad exacta y total que te debe (desglosando el IVA).
Manda otro si quieres darle la enésima oportunidad, y esta vez dile que iniciarás trámites judiciales en caso de no haber recibido el pago en 10 días naturales, aunque este segundo burofax no es obligatoriamente necesario, ni tampoco el decírselo.
5º Si la deuda es en dinero contante y sonante, está vencida y realmente crees que es exigible porque te lo has ganado, toma fotocopia de todo el papeleo y llévasela a un/a abogado/a que conozca la materia y todos las posibles vías de reclamación para que te ayude a elegir la más conveniente.
6º Confía en tu abogada/o, cambia si no. La tramitación puede tardar unos meses... años, dependerá de muchos factores.
En toco caso, la justicia es lenta pero, cuando tiene que llegar, llega.
"¡Ánimo, suerte y cuidado! Clientes que no pagan Kill Business"
En todas las profesiones aplica eso de "Ofrecemos tres beneficios en nuestros servicios: bueno, barato y rápido. A la vez pueden elegir sólo dos: barato y rápido, no será bueno; barato y bueno, no será rápido; bueno y rápido, no será barato". Aunque hay clientes que piensan que sólo ellos, pueden beneficiarse de la lógica que hay detrás.
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